Creatividad y fantasía en paralelo

Biel Amer, 2007

Suplemento Cultural BeLLVeR, Diario de Mallorca, 4 de mayo de 2007

“EN FUSTER SE VISLUMBRA UN TRABAJO DE UNA SERIEDAD FORMAL Y PLÁSTICA DE AMPLIO ESPECTRO, DOMINADO POR SU CAPACIDAD CREATIVA Y UNA FANTASÍA DESBORDANTE, LLENA DE MISTERIO Y EVOCADORA”.

Lleva años Mònica Fuster abriendo sus propuestas artísticas hacia ámbitos poco cómodos para el espectador, fraguando objetos como esculturas y utilizando materiales alejados de la ortodoxia clásica. Nada parece resistirse al empeño de la artista en busca de resultados plásticos que satisfagan su ansia creativa. Mientras su última intervención en la Fundación Miró cerraba un capítulo y abría otro u otros nuevos, a base de imágenes en movimiento, dibujos y, por primera vez, una serie de trabajos gráficos. Todo ello dejaba un hueco entre sus trabajos anteriores y los actuales. La presente exposición, especialmente la de Pollença, remedia este desencuentro con toda la obra de la artista.

Sin embargo, no toda la obra expuesta en Pollença forma parte de su bagaje anterior y así lo confirma la pieza que preside el escaparate de la galería pollencina: 10 onzas contra la fuerza de gravedad, un guante de boxeo en un pequeño cubo de cristal flotando como metáfora del instante, ese inapreciable momento de tránsito hacia un objetivo; a su lado, un monumental dibujo de unos chavales con guantes de boxeo abre y cierra esa aparición boxística. Nada más hay en la exposición que suponga un interés mayor hacia ese deporte o cualquier otro. Es el sino de Mònica Fuster, si está hecho no lo repite. A partir de ese momento, la exposición se abre a diferentes propuestas separadas en un lustro.

La exposición de Pollença transcurre entre el vídeo de Dulce antropofagia, editado expresamente para la exposición, recoge la instalación realizada en Barcelona en 2004 con 3.000 kilos de goma de mascar, junto a numerosas piezas hechas en cristal y que solo habían sido expuestas en Valencia, Segovia y Girona. Así pues, esta exposición recorre casi todo el imaginario de esta artista y que había reunido en su excelente libro de artista Drawings. Tampoco faltan apunte y referencias a su trabajo realizado para la Fundació Miró.

En cambio, la muestra de Palma muestra material inédito de la artista realizado entre los talleres de la Miró y el taller de estampación de Dan Benveniste en Madrid. Son monotipos y plantillas basadas en la iconografía de su exposición Traç y en ellas la artista expresa toda su vocación por los mundos paralelos habitados por figuras de formas extrañas y subyugantes. Asimismo, y con la misma técnica, ha creado junto al músico Pedro Tous, una caja musical apta para personas ciegas, quienes pueden palpar las formas a la vez que escuchar los sonidos de esas alimañas extrañas surgidas a través de la imaginación de ambos artistas, ya que los sonidos han sido tratados digitalmente para dar esa sensación de criaturas ignotas.

En esa última, por ahora, entrega de la obra de Mònica Fuster se nos muestra a una artista en plena vorágine creativa, con sorprendentes encuentros como el de los guantes de boxeo, una apuesta que piensa seguir investigando en el futuro más inmediato, hasta las piezas de cristal, de un cromatismo deslumbrante y extrañas y sugerentes formas, que, sin embargo, en su presentación actual en la galería no dejan de mostrar su lado más decorativo, cuando en realidad forman conjuntos de una plasticidad fantasiosa si asumen su identidad como partes de una instalación como la presentada en la Gallera de Valencia.

La incorporación de la obra gráfica, habría que concretar que los monotipos de Mònica Fuster no son en si mismos trabajos de repetición, amplía aún más el campo de resonancia de su obra tendiendo puentes hacia la pintura. El resultado vislumbra un trabajo de una seriedad formal y plástica de amplio espectro, dominado por esa capacidad creativa y una fantasía desbordante, llena de misterio y evocadora; en definitiva, una obra abierta a múltiples sugerencias, multidisciplinar y libre.

Biel Amer